REFLEXIONES DE SIMONPETRUS
¡Cortando las raíces de la amargura!
“Asegúrense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que
ninguna raíz de amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos.”
(Heb.12:15)
El perdón un mandato Divino que se menciona muchas veces en la biblia;
pero en realidad no es nada fácil darlo o sacarlo de raíz del corazón.
Las ofensas que se reciben son el caldo de cultivo para alimentar los
resentimientos y deseos de venganza, es ahí precisamente donde Satanás puede
manipular a su antojo y, lógicamente reinar en el corazón de sus víctimas.
El perdón es
una opción de vida; al darlo podrá recuperar la paz espiritual y emocional,
librarse del yugo causante de dolencias físicas y mentales; una persona
atormentada por el resentimiento es un enfermo mental en potencia.
El libro de
Génesis, es la historia de las injusticias y traiciones familiares; Caín y Abel, Isaac e
Ismael, Jacob y Esaú, todos ellos pelearon entre sí. Pero la historia de José;
es una de lección de amor y perdón. Veamos el ejemplo:
Después de
ser vendido por sus hermanos, como esclavo a unos mercaderes nómadas que lo
llevaron a Egipto, y pasar por muchos sufrimientos
llegó a ser gobernador y primer ministro de Egipto. Al pasar el tiempo llego el
reencuentro con sus hermanos, que se convirtió en todo un drama para José.
Experimento la tensión del perdón. Quería reconciliarse con sus hermanos a
quienes amaba, pero no era tan fácil. Los pecados de sus hermanos habían
plantado raíces de amargura muy profundas y solamente con la ayuda de Dios pudo
llegar al perdón.
“En verdad ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios
transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viviendo: salvar la
vida de mucha gente. Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidare de ustedes y de sus
hijos. Y así con el corazón en la mano, José los reconfortó” (Gn.50:20).
- La pregunta sería:
¿Qué hubiera
pasado si José no hubiera perdonado? Porque la reconciliación de los hermanos
abrió el camino para que se convirtiera en una familia de doce tribus, y una
sola nación.
Nuestra patria, lleva más de doscientos años
desangrándose por motivos que todos conocemos; obviamente las heridas abiertas
en los millones de víctimas que han sufrido son muy profundas, pero ¿cuál es la
solución? ¿Seguir guerreando, calumniando y culpando al mundo?
¡No! Lo más
saludable para todos es perdonar. Dejar atrás el odio y el rencor; soltar el
pasado y empezar de nuevo. Esto es lo que ordena Dios en su manual de
convivencia.
«Olviden las cosas de
antaño; ya
no vivan en el pasado.19 ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en
el desierto, y
ríos en lugares desolados. (Is. 43- 18-
En la práctica, cuál es el costo de la venganza; ¡rencillas,
odios y más sangre inocente derramada! porque son los de abajo quienes ponen el pecho en la
confrontación, no son los generales ni los políticos, ni los grandes
latifundistas dueños del país.
¿Se imaginan ustedes la patria que le dejaríamos a
la generación de colombianos que está creciendo en tiempos de ¨paz¨ y restauración
moral y una sociedad más igualitaria.
La dureza de corazón invade el alma y la
persona se vuelve inconsciente, y las heridas internas se trasmiten a los que
nos rodean a través de palabras, acciones y actitudes.
La persona encerrada en sí misma, lo invaden
sentimientos egocéntricos y no considera las
consecuencias de las heridas
causadas a otros, y el endurecimiento del alma lleva a perder la capacidad de
sentir y razonar; el alma que no siente está muerta espiritualmente.
En otras palabras, una sociedad u país aislado, no
madura, no sana, no progresa. La amargura envenena el alma, mente y cuerpo. Y
la consecuencia más grave es que nos separa de Dios
Una raíz de
amargura no solo contamina a la persona que la lleva, sino a todos los que la
rodean.
La opción de perdonar en suya y desde luego, Dios
lo estará respaldando siempre, así lo dice su palabra:
A quien ustedes perdonen, yo también lo
perdono. (2 Cr. 2:10
-¿Qué decide?:
-¿Vivir con
amor? o ¿Morir en la penumbra del rencor?
“Un acto
de perdón permite cerrar el capítulo, mientras un acto de venganza abre un
capítulo nuevo” (Marilyn Vos
Las citas bíblicas son tomadas de la
biblia de estudio N.V.I. Editorial Vida
Mayo 5 -20
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por su comentario...