martes, 4 de octubre de 2011

¿EL PAÍS DE LOS CAFRES?

UNA REFLEXIÓN...


Anoche recibí una llamada en mí celular…al otro lado de la línea un señor me pregunto:

¿Hablo con don Ahuevado?

-Yo respondí algo adormilado, si...

-Ah…gracias, le hablamos del partido verde, para preguntarle si quiere colaborar como testigo electoral, en las próximas elecciones para Alcalde de Bogotá.

Yo quede despierto de una, ¿como así?  Luego ese “partido” ahora no es socio de la “u” o como se llame ese engendro diabólico.

 Y se vino a mí mente todo ese cuento que nos echaron en la pasada campaña presidencial del señor Mockus.

Aun recuerdo al señor Lucho Garzón, y su corte de asesores, diciendo que Uribe, era un corrupto, que todos los Uribistas eran ladrones, mafiosos y paracos.

 Al parecer ya no lo son, ahora son paladines de la democracia, gente honesta que lo único que hace es trabajar por el país,  que ese cuento de los falsos positivos fue una vil calumnia, las chuzadas telefónicas, fue una cruel mentira,  lo del ministerio de agricultura y las maniobras del señor Uribito, era lo mejor para los campesinos Colombianos, que todos los robos y desfalcos que denuncia la fiscalía, son cuentos de hadas, y que los funcionarios que están en la cárcel es una cruel traición del señor Santos, con el patrón.

Y claro…que ahora buscan la alcaldía de Bogotá, no como premio seco, ¡Noo! solo pretenden regalarla al mejor postor, (como lo hicieron con Telecom, Ecopetrol, Gas Natural, los aeropuertos y otras tantas empresa nacionales, patrimonio de todos los Colombianos) para compensarle al dulce caudillo, tanto trabajo y entrega por el bienestar de los Colombianos…corruptos.

-¿Será que definitivamente, éste es un país de cafres?

Desde luego que mí respuesta fue:

-No ¡muchas gracias! 

Pero queda  el corazón como ardiendo de la “piedra” al saber que estos políticos criollos, no conocen la vergüenza, ni tienen principios, y claro están convencidos que todos los Colombianos son tarados, o sufren de amnesia  crónica, pues no se entiende de otra manera como llegan así…como si todo fuera tan normal…y aquí no paso nada, abiertamente se voltearon como las arepas, pelaron el cobre y ahora son socios del verdugo de la clase trabajadora y marginada.

Por lo menos el señor Mockus, tuvo la dignidad de retirarse de esa bandola de oportunistas, pero lo que es con este ingenuo ciudadano, no va más…ustedes no sólo perdieron mí voto, si no el respeto que les podría tener, y… colgué el teléfono. 

 Ahuevado, tal vez...pero no tanto.


Bogotá, D.C. Octubre 2 del 2011