TU AUSENCIA
Invocándote estoy desde tu ausencia
postrado el corazón en esta casa,
mirando una serie sin secuencias
y velada, tras la angustia que no pasa.
¿Por qué te fuiste sin adioses?
Partiste una noche hacia una estrella
volando sobre nubes de colores,
dejando tras de ti sólo una estela
y a mí, envuelta en un manto de dolores.
Ya no estás, te busco inútilmente
pues a veces parece que volvieras,
pero no, es sólo que mi mente,
no puede entender que vos partieras.
Y me ahogo en el dolor y la impotencia
de que no estemos juntos como siempre,
ya no puedo respirar con esta ausencia,
¡ya no puedo vivir sin vos presente!
Sólo ansío ese viaje que me lleve
lenta y grácil a tus manos tan queridas,
y la idea me produce una paz leve,
pues presiento que comienza mi partida.
Zaidena- Noviembre 2009
Creo en la grandeza de Dios, sueño con un mundo, donde podamos vivir por principios, no por instintos, con la libertad que Dios nos dio al darnos la vida, teniendo en cuenta que ¡Todo me es licito más... todo no me conviene!.